viernes, 26 de febrero de 2010


El IVA de la oliva


Por JESUS ANTONIO SAN MARTIN


Dice el humorista Don Chirigo que la oliva es el único producto alimenticio que tiene el IVA incorporado por naturaleza. La oliva, y particularmente su retoño el aceite –típicos productos andaluces-, seguramente se dispararán a partir de julio de este año 2010 debido a la espectacular subida del IVA que hemos de soportar los ciudadanos españoles. Es patente que los grandes acaparadores del producto lo incrementarán en más del doble o el triple de lo que les suponga el IVA, aparte de elevar el precio neto. Y hasta se prevé que unos meses antes de la subida del impuesto, en esta primavera, el aceite escasee en las tiendas debido a que los especuladores lo mantendrán oculto, en espera del disparo económico.

Bruselas estima que el incremento del IVA previsto por el ente gubernativo puede ser fatal para la ya mermada economía española. Indiscutiblemente, las ventas de todo género, no solamente las de los productos alimenticios, bajarán a niveles más alarmantes que los actuales, especialmente las ventas de los artículos que no son de primera necesidad. Los grandes economistas auguran tiempos catastróficos para los consumidores españoles si el jinete apocalíptico del IVA campea a sus anchas por los prados ya resecos de la economía hispana.

Las oficinas de empleo –más de desempleo que de empleo- se verán obligadas a ampliar sus instalaciones, lo cual, paradójicamente, puede ser bueno para bajar en una enésima parte la cuota de paro, al tener que contratar más personal para atender a tanto parado como se prevé para después del verano del 2010. Y eso que, como suelen asegurar los presidentes de gobierno, “lo peor de la crisis ya ha pasado” porque “España va bien”. Respecto a esta última frase, lo que en realidad se quiere decir en términos tributarios es que “España, IVA, bien”.

(Artículo de contraportada de los semanarios de Publicaciones del Sur)

domingo, 21 de febrero de 2010


Jubilaciones


Por JESUS ANTONIO SAN MARTIN


Se calcula que en España hay ocho millones y pico de jubilados. Pero, dado que el 44% de las empresas prejubilan a sus empleados antes de los 65 años, se estima que para principios del 2013 los jubilados y prejubilados superen los diez millones, previendo que la tasa de defunciones sea como la actual. Para el 2015, si la jubilación se retrasa a los 67 años, un cálculo muy somero arroja que en España continuaría habiendo diez millones de jubilados. De otra manera sobrepasarían los doce millones.

Retrasar la edad de jubilación a los 67 años supone un considerable ahorro para las arcas públicas, ahorro que probablemente ha de despilfarrarse en otros asuntos menos importantes. Pero para millones de ciudadanos que han cotizado durante toda su vida a la Seguridad Social les supone un gravísimo contratiempo, tan grave que este retraso de tan solo dos años para cobrar sus merecidas pensiones les puede llevar a la muerte por inanición, ya que a su edad no encontrarán trabajo y, como tampoco han empezado a cobrar la pensión, no tendrán más remedio que vivir de la caridad.

Pero seguramente muchos ciudadanos que alcancen los 67 años lleven sin trabajar más de 15 años, sobre todo si trabajaban por contrato. Ya ninguna empresa contrata trabajadores mayores de 45 años, y menos de 50. Así que nuestros ciudadanos en paro, cuando alcancen la edad de jubilación, como no han cotizado los últimos 15 años, cobrarán la miseria de una pensión no contributiva.

Todo ello supone que el nivel de pobreza en España superará al de cualquier país de la UE, y con más motivo al doblar España en desempleo a tales países. Dadas las circunstancias, mejor será no cotizar para la vejez y guardar ese dinero en un cajón. Al menos contaremos con algo para mal llevar los últimos años de una fatigada vida laboral.

(Artículo de contraportada de los semanarios de Publicaciones del Sur)

martes, 9 de febrero de 2010


Lumbreras del FMI


Por JESUS ANTONIO SAN MARTIN


Dicen los del Fondo Monetario Internacional (FMI) que los españoles tenemos que bajarnos el sueldo si queremos que nos suba la economía y se arregle la crisis, el paro y unas cuantas monsergas más. No sabemos cómo tendrán de corto el cerebro estos individuos del FMI, pero las orejas seguro que las tienen más largas que los borricos que pastan en los prados de España. Estos tipos demuestran constantemente no saber ni papa de economía. No fueron capaces de prever la actual crisis mundial y, en lo que respecta a España y otros países, no han hecho más que vomitar sandeces y dárselas de mesías económicos.

¿Quién les habrá untado el bolsillo para decir que han de rebajarse los sueldos a los honrados menestrales españoles y portugueses, cuyos ingresos mensuales a duras penas les alcanzan para comer, y más si han de pagar la hipoteca? ¿Por qué no dan ejemplo estos tipos que abren tanto su bocaza de hiena y se bajan ellos mismos los astronómicos honorarios que perciben por excretar tantas necedades y revolver las cacas monetarias?

Pero supongamos que los españoles recortamos las nóminas o, dicho con más propiedad, nos las recortan. ¿Contribuirá eso a que mejore la economía del país, como insinúan estos señorones sabelotodo? Si cobramos menos, ¿dejaremos más dinero en las compras de la pescadería, la verdulería o la droguería? Y si todo el mundo deja menos dinero al pescadero, al verdulero o al droguero, ¿podrán estos modestos autónomos continuar con sus serviciales negocios… o tendrán que cerrarlos y apuntarse al paro, debido a que, como los ciudadanos cobran menos, se obligan a gastar menos? Y lo mismo rezará para las grandes superficies. A menos dinero que manejemos los españoles, peor irá la economía del país y el paro subirá como la leche hervida. Es de cajón. Pero estas lumbreras del FMI cacarean que, con menos dinero en las nóminas, España irá mejor. ¡Y una porra!
(Artículo de contraportada de los semanarios de Publicaciones del Sur)